domingo, 21 de noviembre de 2010

JUEGOS PARA DÍAS DE LLUVIA

Pensando precisamente en esos infaltables días lluviosos, os propongo una serie de juegos rítmico-musicales para hacer con los chicos y pasar todos una tarde divertidísima.

La estatua musical
 
Elementos: un instrumento de percusión, por ejemplo un bombo, platillos, caja china o una simple lata de galletas.
Lo infaltable: un papa o una mamá pacientes para dirigir el juego.
Mientras se marcan diferentes ritmos. los chicos deben desplazarse siguiendo el compás y moviendo brazos, cabeza, tronco y piernas.
Cuando el ritmo acaba, todos deben quedarse quietos como estatuas. El que tarde mas en "ser una estatua" tendrá una prenda.
Es un juego simple pero que permite desarrollar la expresión corporal y la adopción de una conducta ante una consigna determinada.

Adivinando el instrumento
 
Elementos: Instrumentos musicales (toc-toc, chapiteles, guitarra, bombo, etc.) o, de lo contrario, elementos que produzcan un sonido particular, bien definido, como maracas, pitos, caja de metal, tarro con garbanzos, porotos, arroz.
Si bien es cierto que los chicos solos puedan organizarse para este juego, lo mejor será estar junto a ellos "leyendo distraídamente el diario".
Alguien debe estar en una habitación con todos los instrumentos mientras  en otra contigua, estará el resto de los jugadores munidos de lápiz, marcadores y papel. El juego comienza cuando empieza a pulsarse el primer instrumento.
Al escuchar su sonido, sin verlo, los participantes deberán dibujarlo. Pasados no más de cinco minutos, se continuará con la ejecución de otro instrumento y así hasta terminar. Se recogen los dibujos y se asigna un puntaje a cada acierto.
Jugando de esta forma se favorece la audición, el reconocimiento de los sonidos y, al mismo tiempo se estimula la capacidad plástico-expresiva de los chicos.

El juego del monito
 
Elementos: Música muy rítmica del tipo de "Cuando los santos vienen marchando",  "iOh, Susana!”, “Matador”, etc.
Al compás de la música el coordinador —léase papá o mamá- comenzara a saltar, o aplaudir, o girar o salpicar y todos los chicos empezaran a imitarlo.
Todos tienen que hacer lo que el hace cual si fuera un espejo, sin equivocarse cuando se produce un cambio de movimiento.
NI bien los chicos aprendan la sencilla mecánica del juego, pueden ir rotando el puesto de bastoneros con la consiguiente alegría de papi o mami, que podrán descansar.

Códigos musicales
 
Elementos: Canciones infantiles muy conocidas. Lo infaltable: que los temas musicales sean cantados, con letra.
Los chicos bailaran siguiendo el ritmo de las canciones, pero antes de empezar se hará un código entre todos los participantes; ante cada palabra de la canción elegida que nombre a un animal, todos saltarán, cuando se nombre a alguna fruta o verdura, todos aplaudirán y cuando se mencione alguna color, se agacharán.

Estas normas
no son rígidas, varían según la imaginación de los jugadores y la motivación que usted  pueda aportar mientras los mira jugar y, de paso, como quien no quiere la cosa, ejerce un control chiquitito pero muy útil.

Quien no responda a las consignas prefijadas, quien quede "cola" en el acatamiento o quien confunda las reglas del juego, tendrá un punto en contra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario